¿Es el calor o es que cada vez te sientes más cansado al llegar a la oficina? Con la entrada de junio, muchas son las oficinas que apuestan por el alabado horario de verano, que adelanta la entrada al puesto de trabajo y deja más tiempo para el ocio por la tarde. Pese a haber disfrutado, en teoría, de más tiempo para el descanso o el ocio, ¿por qué nos sentimos cansados nada más entrar por la puerta de la oficina? El farmacéutico y nutricionista pamplonés Javier Fernández Ligero (@nutriligero en Instagram) nos responde a esta pregunta y nos recomienda ir a trabajar en ayunas o solo con un café para sentirnos más productivos desde primera hora de la mañana.

Explica Javier que, con la llegada del verano, cada vez se encuentra con más pacientes en su consulta que le preguntan si es recomendable desayunar o no antes de ir a trabajar. "Siempre les cuento que el desayuno suele generar un pico de glucosa, que nos resta mucha productividad en el trabajo y nos hace sentirnos muy cansados desde el punto de la mañana", explica. "Sobre todo si estamos habituados a meter cereal, avena, alguna tostada o algún dulce", aclara.

¿Por qué sucede esto? "El pico de azúcar generado por el desayuno lo que nos hace es llegar a la oficina aún adormecidos, pensando en cuándo haremos el primer parón de la mañana para volver a meternos otro pico de glucosa; porque, seamos sinceros, solemos apostar por más pan, algún dulce o una pieza de fruta a media mañana". "Vamos generando picos glucémicos que nos mantienen con una sensación de hinchazón o de inflamación continua a lo largo de la mañana, y no hacemos más que pensar en comida. Además, si algún compañero de la oficina ha llevado algún dulce, nos mantenemos saciados toda la mañana, con continuos picos de glucosa", dice.

SU APUESTA: NO DESAYUNAR

¿Qué debemos hacer para llegar al trabajo con la energía suficiente para afrontar la jornada? "Mi recomendación es tomar un café solo e ir en ayunas a la oficina, eso sí, manteniendo siempre una buena hidratación, con agua o agua de mar filtrada, por ejemplo". "Si conseguimos aguantar hasta las 9:30 o 10 de la mañana en ayunas, podemos aprovechar ese parón de media mañana para romper el ayuno con algún lácteo, que puede ser un yogur natural, kéfir, yogur de cabra o incluso una cuajada", detalla. "Lo podemos combinar con unos 15 o 20 gramos de frutos secos —un puñado— y una o dos onzas de chocolate puro", añade.

"Si conseguimos superar el reto de ir en ayunas a trabajar antes de Sanfermines, podremos modular la glucosa, esos picos glucémicos, y tener así más energía y más productividad", termina.