Este martes se ha ejecutado un desahucio en la parte alta de la calle Iturribide, ya en Santutxu. La comitiva judicial y la Policía local se han presentado en la zona sobre las nueve y media de la mañana para desalojar a los jóvenes que llevan un par de años okupando un piso. La expulsión se ha realizado sin incidentes. Lo curioso ha sido la reacción de los vecinos que viven cerca de esta vivienda. Todos prefieren que se queden los okupas antes que volver a convivir con su vecino.
Se trata de un conflicto que lleva años enquistado. El hombre al que okuparon la vivienda acumula numerosas denuncias de sus vecinos y la Policía local se ha personado en el inmueble de Santutxu en numerosas ocasiones.
Amenazas de muerte
Una mujer le denunció por amedrentarla con un cuchillo. Otros vecinos aseguran que ha causado daños en sus viviendas y que también les ha amenazado de muerte. También le pidieron una orden de alejamiento de unos residentes.
En estas circunstancias, el hombre se marchó de la vivienda, que no tardó en ser okupada por un grupo de jóvenes magrebíes. Los vecinos insisten en que no les han dado ningún problema durante el tiempo que han estado allí. «Sabíamos que no estaban de forma legal, pero no hacían ruido y no causaban problemas. Hasta me ayudaban a subir la compra», explica una vecina.
El asunto es que el hombre llevaba los últimos meses durmiendo en un coche en la calle mientras se materializaba el desahucio. Los vecinos han despedido a los okupas y reciben al propietario con «miedo».
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