'Follamigos': ¿de verdad es un 'apaño' tan bueno? Guía para no salir escaldados | El Diario Vasco


This article explores the complexities and potential pitfalls of 'follamigos' (friends with benefits) relationships, offering insights from a psychologist on how to navigate them successfully or avoid emotional harm.
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Decía Antonio Gala que el amor perfecto era una amistad con momentos eróticos. Esta fórmula parece algo desapasionada, pero lo cierto es que el poeta ... no hacía más que describir ese fenómeno que ahora tiene la poco romántica denominación de 'follamigos', que, por poco avispados que seamos con la etimología, viene siendo, sí, lo de tener a mano a un amigo o amiga que nos provea de sexo de cuando en cuando. Sin ningún vínculo amoroso, solo (¿?) con el sustento de la amistad y la atracción física (al menos el tiempo justo para que se desarrolle el acto).

Así, a bote pronto, no parece una mala idea –porque a estas alturas ya todos sabemos que a veces el amor da muchos quebraderos de cabeza–, pero igual resulta que nos estamos pasando de listos y que esta opción no está tan libre de riesgos como creemos. Por eso, quien lo haga para ahorrarse problemas ha de saber que no es oro todo lo que reluce y que, si nos apuntamos al club de la 'follamistad' debemos protegernos para no hacernos daño ni herir a la otra parte. Lara Ferreiro, psicóloga y terapeuta de parejas, lo ve todos los días en consulta. «Los tiempos han cambiado: ya no hablamos solo de novios, rollos o ex. Ahora tenemos 'follamigos', amigos con derecho a roce, 'amigovios' y situationships, que es cuando estás en un limbo de ni contigo ni sin , pero que duele porque no hay libertad emocional... –explica la experta–. Y, claro, muchas personas vienen a consulta y me preguntan: 'Lara, ¿se puede tener una relación sin compromiso y no salir emocionalmente herida?' La respuesta es que depende. ¿De qué? De tu madurez emocional, de tus expectativas y, muy importante, del tipo de apego que desarrolles». Vamos, que estamos casi abocados al tortazo.

–Pero si lo de los 'follamigos' parece muy fácil...

–Teóricamente, es solo sexo entre dos personas que se gustan y se llevan bien. Sin compromisos, sin celos, sin reclamos. Pero ojo, que en la práctica no siempre funciona así. ¡El cuerpo se implica... y muchas veces el corazón también!

Sin embargo, la terapeuta afirma que sí, que se puede gestionar bien la 'follamistad', pero con condiciones. «Y no todo el mundo vale –aclara–. Aquí van las claves para que no acabes llorando en el baño de un bar mientras la otra parte te dice eso de 'pero si nunca fuimos nada'». Tal y como destaca, solo deberías sacarte el carné de 'follamistad' si tienes un apego seguro, es decir, ️si sabes diferenciar sexo de afecto –«si no, te enganchas emocionalmente a la primera mirada post-orgasmo», como dice ella–. ¿Más requisitos? Sí. Tener las ideas claras, ser capaz de llegar a acuerdos con el otro y, sobre todo, de respetarlos. «Es que si uno empieza a sentir más y el otro sigue en modo 'solo sexo', el desequilibrio emocional puede ser devastador», alerta.

Muchas más banderas rojas de lo que creíamos, ¿verdad? Y aquí va otra: si aceptas una 'follamistad' con la esperanza de que en el futuro esta persona se enamore de ti... vas a darte un tortazo. «Un 'follamigo' no es una pareja potencial, es alguien con quien te pegas un homenaje», afirma.

El tema tiene más miga de lo que parece y hasta puede que ahora muchos 'follamigables' estén analizando su situación. «Las relaciones sin compromiso no son malas en sí –tranquiliza la experta–. Porque lo que duele no es el modelo, sino cuando lo usamos para tapar carencias emocionales». En su libro '¡Ni un capullo más!' (ed. Grijalbo), la psicóloga lo dice muy claro: «Haz lo que quieras con tu cuerpo, pero no pongas tu corazón donde no vas a ser cuidado». Tal y como afirma, la libertad emocional no es hacer lo que te venga en gana, sino saber lo que necesitas y elegir desde ahí... y, sobre todo, tener el valor de irte si eso no se cumple.

En este punto, la experta desliza algo que pensamos todos: que precisamente por la falta de valor de unos y la de escrúpulos de otros, eso de los 'follamigos' puede convertirse en un juego diabólico. «No es cruel tener un 'follamigo' si los dos tenéis claro que es solo sexo. Lo que es cruel es hacerle creer que sois algo más cuando no es así», apunta. En terapia, ella dice algo que puede sonar fuerte. «Más vale una 'no-relación' sincera que una relación de Instagram llena de filtros y mentiras», repite.

¿Analgésico emocional?

¿Qué perfil de personas terminan abonándose a la 'follamistad' como modo de vida? Las hay de todo tipo, por supuesto. Y muchas veces simplemente se trata de gente con las ideas muy claras y gran control emocional. Pero en muchas ocasiones quienes tiran reiteradamente de este recurso lo hacen porque necesitan «un analgésico emocional»: «Son los que no están listos para una relación pero no quieren estar solos... Entonces se mantienen vínculos que no nutren, pero distraen. Sirven para no enfrentarse a la propia soledad o al vacío». Esto es muy frecuente tras una ruptura importante o en etapas de baja autoestima.

Otro de los rasgos de algunos fieles al 'follamiguismo' es que crecieron viendo relaciones disfuncionales donde el amor estaba ligado al sufrimiento, la ausencia o la ambigüedad. «Y sin saberlo, replican ese patrón en su vida adulta, eligiendo vínculos inestables como si ese fuera el único tipo de amor posible. En consulta trabajamos precisamente eso: que las decisiones afectivas no se tomen desde el miedo, sino desde la coherencia emocional». Lo cierto es que los efectos adversos de 'follamistad' están a la orden del día. La psicóloga destaca que, entre otros casos, ha visto en los protagonistas la normalización del afecto insuficiente, es decir, que al aceptar una relación donde no se les prioriza, su estándar emocional se rebaja poco a poco y se acostumbran a que les llamen solo para tener sexo a cambio de unas migajas de atención intermitente. ¿Lo quieres así? Pues ahí lo tienes. Pero si no...

1. Tienes un apego ansioso

Es cuando necesitas mucha cercanía y validación por parte del otro para estar bien. «Si es así, te vas a enganchar. El sexo genera oxitocina (la hormona del apego) y, si ya de por sí tienes miedo al abandono, es muy probable que confundas deseo con amor, atención con cariño y sexo con vínculo emocional», resume Ferreiro.

2. Lo haces por consuelo o despecho

Muchas veces nos metemos en 'no-relaciones' porque estamos cansados de buscar algo estable o saliendo de una ruptura. No suele ser la solución.

3. Vas a sufrir en silencio

Si nos metemos de cabeza a la 'follamistad' a sabiendas de que vamos a sufrir en silencio, mejor ni intentarlo.

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