¿Cómo de ‘rico’ eres? Consulte su posición en la escalera del patrimonio | La newsletter de Kiko Llaneras | EL PAÍS


This newsletter analyzes wealth distribution in Spain, revealing significant disparities and comparing the country's wealth distribution to other nations.
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¿Crees que eres de clase media? Los datos de patrimonio pueden sorprenderte. La semana pasada escribí sobre diferencias salariales, y varios lectores me recordaron que hay algo más desigual: nuestra riqueza patrimonial. ¿Sabes qué posición ocupas en esa escalera de riqueza acumulada? Hoy traigo esos datos.

El patrimonio neto por adulto ronda los 81.000 euros de mediana en España, según los estudios de la World Inequality Database (WID). Es la cantidad que nos divide en dos grupos, unos por encima y otros por debajo de esa línea. Pero en los extremos las diferencias se vuelven gigantescas. Un 20% de los españoles no tiene patrimonio. Es decir, si sumamos sus ahorros y sus bienes (como una casa o una cartera de acciones) y restamos sus deudas (para pagar un coche, una reforma o la tarjeta de crédito) el resultado es cero o peor. ¿En el extremo afortunado? Un 2% de la gente supera el millón de euros.

En el gráfico siguiente puedes buscar tu patrimonio y ver en qué posición apareces, desde el 1% pobre al 1% rico.

Las diferencias son continuas en toda la distribución y se disparan hacia arriba. Solo un tercio de los españoles supera los 135.000 euros de patrimonio. Y entras al 10% rico con 370.000 euros por adulto. Pero las diferencias se ensanchan. Un 5% de la gente pasa de 600.000 euros y un 2% pasa del millón. ¿Para entrar en el 1% de grandes patrimonios? Necesitas 1,7 millones. ¿Y para ser uno entre mil por tu fortuna? Tienes que superar los seis millones.

La distribución anterior es una estimación. La elaboran los investigadores de la WID con una metodología internacional. Para España combina diferentes fuentes: los microdatos del IRPF del Instituto de Estudios Fiscales, la Encuesta Financiera de las Familias y las Cuentas Nacionales del Banco de España.

Los datos anteriores implican que la riqueza está realmente muy concentrada. Mucho más que los salarios. Mirad el siguiente gráfico:

Si juntamos al 50% de españoles con menos patrimonio, apenas suman un 7% de toda la riqueza acumulada. En cambio, el 9% de gente que se mueve entre 370.000 y 1,7 millones de patrimonio personal y 1,7 millones, concentran el 33% de la riqueza. Por encima está el grupo del 1%, donde están uno de cada cien españoles, y que atesora el 24% de la riqueza repartida por todo el país.

Comparación por países

La base de datos de WID también permite comparar entre países. Con sus datos he preparado la siguiente tabla: muestra el patrimonio necesario para entrar a diferentes escalones en diferentes países, desde el 20% pobre al 0,1% rico.

Hay diferencias interesantes. Si ordenamos la tabla por patrimonio mediano de los ciudadanos, España aparece en el puesto 10 de 16, con 92.000 euros (la cifra cambia ligeramente porque ahora la estoy expresando en paridad de poder adquisitivo). Quedamos por delante de países como Japón, Suecia o EEUU. Y no tan lejos de la cabeza que ocupan Suiza (137.000 euros), Bélgica (146.000) o Países Bajos (147.000). Superamos a países más ricos porque en España mucha gente tiene una vivienda en propiedad, que además se han revalorizado mucho en los últimos 25 años.

Pero nuestra posición cambia cuando abandonamos la mediana. Si miramos al 1% rico caemos a la posición 13 de 16. Y aunque las diferencias son pequeñas en la parte baja de la distribución, ocupamos la segunda peor posición en patrimonio del 20% más pobre: apenas 500 euros.

Los datos internacionales revelan también que los hiperricos son un fenómeno especial en ciertos países. El 0,1% más rico de España tiene un patrimonio de 7 millones, pero en Suiza necesitas 19 millones para entrar en ese escalón, y en EE UU, 15 millones. El caso estadounidense es llamativo: al mismo tiempo que tiene hiperricos, el patrimonio mediano del estadounidense es inferior al español.

Otras noticias

🎓 1. Mapa calle a calle de estudiantes universitarios

En España hay 1,7 millones de estudiantes universitarios, pero su presencia es desigual sobre el mapa. Y no es solo que se muden con 18 años: la probabilidad de ir a la universidad es distinta para los jóvenes de cada lugar.

Lo contamos con un mapa que ofrece dos cifras clave para cada sección censal, casi calle por calle: 1) el porcentaje de habitantes que son estudiantes universitarios —para ver sus zonas—, y 2) el porcentaje de los jóvenes del barrio que están en la universidad.

Un detalle del mapa de universitarios para seis ciudades españolas

Además, cruzamos esos datos con la renta del vecindario y la presencia de adultos universitarios. Ambas variables importan de forma independiente. Los barrios ricos mandan más jóvenes a la universidad, sí. Pero hay más: dados dos barrios iguales en renta, el que tiene más adultos con estudios —y por tanto, más padres universitarios— también tiene más estudiantes.

Podéis leer el análisis y ver el mapa interactivo en El País, gracias sobre todo al trabajo minucioso de Borja Andrino: ¿Cuántos jóvenes van a la universidad en cada barrio?

🎾 2. La final más larga de la historia

El domingo los tenistas Carlos Alcaraz y Jannik Sinner jugaron la final más larga de la historia de Roland Garros: 329 minutos, 385 juegos y más de 2.000 golpes entre los dos. Aquí contamos la victoria del español con cinco gráficos.

El dato más espectacular nos lo dejaron las apuestas en tiempo real: en el cuarto set, con tres bolas de partido a favor de Sinner, apenas le daban a Carlos un 1% de opciones de victoria. Alcaraz remontó cuando todo parecía perdido.

⚗️ 3. “¿Y esto para qué sirve?”

Me gustó la entrevista que le hizo Manuel Ansede a Ardem Patapoutian, nobel de Medicina: “El 90% de las personas ni siquiera sabe que tiene el sentido de la propiocepción”. (Yo lo sabía de milagro, porque recuerdo haber leído que los pulpos tienen mala propiocepción y necesitan ver sus tentáculos para saber dónde están, que me pareció todo un drama teniendo ocho brazos.)

El Nobel compartió sus reglas para hacer buena ciencia, que en realidad nos sirven a todos. Mi favorita: “No hay que estar ocupado todo el tiempo. Si estás muy ocupado, no eres creativo”. También dice que hay que rodearse de críticos, porque “cuando tienes éxito, empiezas a creer que lo sabes todo, pero no es así”.

Su regla más importante es hacer ciencia por diversión y curiosidad: “Si repasas la historia de la ciencia, la investigación impulsada por la curiosidad es la que suele dar las aplicaciones más importantes”.

Al final de la entrevista, Patapoutian recordó que cuando se descubrió la electricidad, alguien preguntó: “¿Y esto para qué sirve?”. Su respuesta: “Pues ahora es importantilla”.

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