Trump ordena a sus embajadas que suspendan todas las entrevistas a aspirantes a estudiar en Estados Unidos | Internacional | EL PAÍS


The Trump administration has suspended student visa interviews globally, pending social media checks for applicants, escalating its conflict with Harvard University.
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La Administración de Donald Trump ha ordenado suspender este martes todas las entrevistas para visados de nuevos alumnos extranjeros en las embajadas y consulados que Estados Unidos tiene por el mundo. Esos procesos quedan paralizados mientras se analiza un plan para exigir a quienes aspiren a estudiar en el país que se sometan a una verificación de los contenidos publicados en sus redes sociales, según un cable del Departamento de Estado obtenido por la web Politico.

La orden, según varios medios estadounidenses, se cursó este martes, y lleva la firma de Marco Rubio, secretario de Estado. El cable dice: “Con efecto inmediato, en preparación para la ampliación de la revisión y verificación de antecedentes requeridos en redes sociales, las secciones consulares no deben añadir más citas para visados de estudiantes o visitantes de intercambio (F, M y J) hasta que se emitan nuevas directrices, lo cual prevemos que ocurrirá en los próximos días”. El texto añade que las entrevistas ya programadas pueden seguir su curso.

Los visados F-1 están pensados para los estudiantes extranjeros; los M-1 cubren a los alumnos de programas “técnicos o no académicos” (tales como escuelas de cocina u otros centros de formación profesional); y los J-1 sirven a los investigadores internacionales.

La noticia llega pocos días después de que la Administración Trump enviara a las autoridades académicas de Harvard una carta, firmada por la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, para comunicarles que quedaba revocada su potestad para admitir estudiantes extranjeros.

La medida se interpretó como una escalada en el acoso de la Casa Blanca a la institución de educación superior más antigua y rica de Estados Unidos, a la que acusa de incitar el “antisemitismo” y el “terrorismo” en su campus. Para doblegar a la universidad, los funcionarios de Washington ya habían congelado cerca de 3.200 millones de fondos federales y amenazan con rescindirles la exención fiscal de la que disfrutan.

El viernes, Harvard demandó al Gobierno por lo que sus abogados consideran “una represalia”, y, a las pocas horas, una jueza federal decretó la suspensión cautelar de la medida, con el argumento de que ponerla en práctica causaría “daño inmediato e irreparable” a la universidad.

Este martes, Trump fue un poco más allá, al ordenar la finalización de todos los contratos de nueve agencias federales con la universidad. El golpe económico para Harvard asciende en esta ocasión a 100 millones de dólares.

Estudiantes de Harvard en una protesta contra la Suprema Corte, en julio de 2023, en el campus de la universidad. Craig F. Walker (Getty Images)

Miles de visados revocados

La semana pasada, Rubio compareció ante el Senado, donde dijo que calculaba que desde la llegada de Trump al poder se habían revocado “miles de visados”. “Desconozco el recuento más reciente, pero probablemente tengamos más trabajo por hacer”, declaró el exsenador. “Seguiremos revocando los visados de personas que vienen a nuestro país a perturbar la vida de nuestras instituciones de educación superior”. La última vez que Rubio había dado un cálculo de cuántos permisos se habían cancelado fue en marzo: entonces la cuenta ascendía a unas 300. “Un visado no es un derecho, es un privilegio”, declaró el secretario de Estado la semana pasada.

Este diario se puso en contacto con la Embajada de Estados Unidos en Madrid en busca de confirmación sobre la suspensión de las entrevistas a estudiantes, pero esta remitió al Departamento de Estado en Washington.

La lista de agravios de Trump contra Harvard y otras universidades de élite incluye las acusaciones de no haber hecho lo suficiente durante las protestas propalestinas del curso pasado para atajar el supuesto “antisemitismo” en sus campus y de aplicar políticas destinadas a fomentar la diversidad y la igualdad, como parte de lo que los republicanos denigran como “ideología woke”. También de ser lugares regidos por el izquierdismo en los que el conservadurismo está proscrito.

Aparte de Harvard, la Administración Trump ha atacado a Columbia. En marzo, el Gobierno congeló a la universidad neoyorquina 400 millones de dólares en fondos federales para la investigación y envió agentes de migración para detener a estudiantes activistas, el más famoso de los cuales, Mahmoud Khalil, aún sigue en el calabozo. Entre tanto, a la universidad no le ha servido de mucho haber aceptado exigencias como el endurecimiento de las reglas para manifestarse, la prohibición de las mascarillas o la intervención exterior del Departamento de Estudios de Oriente Próximo.

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