Un atropello con un vehículo ocurrido en los minutos previos al inicio del RCDE Espanyol-FC Barcelona ha dejado diecisiete personas heridas, que han podido ser atendidas in situ por hasta diez unidades de emergencia que se han desplazado hasta el lugar, en el lado de Cornellà del RCD Stadium. Tres de los heridos ya han recibido el alta y los otros trece han sido atendidos en hospitales de la zona. 

Uno de los aficionados, un varón de 41 años, se encuentra en estado crítico ingresado en la UCI, según el Departament de Salut de la Generalitat. Este viernes cuatro personas aún continúan ingresadas.

Los Mossos han abierto una investigación para determinar lo sucedido, aunque en su primera valoración lo han catalogado de accidente. La conductora del vehículo, de 34 años y sin antecedentes penales, ya ha sido detenida acusada dos delitos: conducción temeraria y lesiones. Las pruebas de alcoholemia y drogas han sido negativas. Ha sido trasladada a un Centro de Asistencia Primaria y este viernes pasará a disposición judicial.

Alrededor de las 21.00 horas una conductora se internó en la Avenida Llobregat, y una multitud que se dirigía al estadio le frenó el paso. Según testigos presentes, tras un primer acelerón, muchos recriminaron su actitud, tras lo que perdió el control del vehículo y embistió a varios aficionados. A algunos de ellos llegó a arrastrarlos durante muchos metros. Fueron momentos de angustia en los que los Mossos trataron de controlar la situación mientras temían que se tratase de una acción voluntaria. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron diez ambulancias que atendieron a los heridos en el mismo lugar.

Un hijo de García-Albiol, entre los heridos en el accidente El alcalde de Badalona, Xavier García-Albiol, ha confirmado en Twitter que uno de los heridos en el accidente ocurrido en Cornella-El Prat es un hijo suyo. Poco después de las 23.00 h, García-Albiol ha comunicado en Twitter que se encontraba con su hijo en el “hospital haciéndole pruebas, posiblemente, quedará en un esguince en el pie”. “Espero que el resto de heridos sean también de poca gravedad”, añadió.

El coche, tras el accidente. (LV)

Pausa durante el partido

Aunque estos hechos hicieron temer por la disputar del derbi, nada modificó los protocolos previos al encuentro. Según confirmó posteriormente el Comisario responsable del área metropolitana sud, Eduard Sallent, al conocer de los heridos no presentaban heridas graves y que el incidente “no suponía un problema de seguridad”, el coordinador día vía libre a la disputa del partido.

Poco después del inicio, el encuentro se detuvo unos instantes sobre el minuto 9 de juego porque aficionados situados en la zona de la peña La Curva pidió al portero del Espanyol, Joan García, que no sacara y que se detuviera el choque por el atropello.

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A través de la megafonía, en el minuto 7 del encuentro el club calificó lo ocurrido de accidente, y el árbitro riojano César Soto Grado, tras hablar con un representante de los Mossos y con los delegados y miembros de ambos equipos, indicó poco después que se reanudara el partido.

Dispositivo de Mossos d'Esqueadra tras el accidente. Twitter Mossos

Un segundo anuncio por megafonía no sirvió para calmar la preocupación de una parte de los presentes en el estadio. De hecho, los aficionados situados detrás de la portería de Joan García siguieron reclamando que el partido no se jugase y se acercaron a los vomitorios haciendo visible un vació en la grada como forma de protesta. Varios aficionados del grupo de animación Grada Canito, ubicados en uno de los goles de Cornellà-El Prat, abandonaron el recinto en señal de protesta