Zelenski acepta las conversaciones «directas» con Moscú pero con un alto el fuego desde este lunes | El Correo


Amidst ongoing conflict, Ukrainian President Zelensky conditionally accepts direct talks with Russia, contingent on a ceasefire commencing on Monday, while European leaders issue an ultimatum to Moscow.
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El camino a un fin de la guerra en Ucrania todavía está verde. Los líderes de Francia, el Reino Unido, Alemania, Polonia y el propio ... presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, exigieron este sábado al Kremlin el inicio de una tregua de treinta días desde este lunes bajo el aviso de que en caso contrario desplegarán una batería «masiva» de sanciones contra Rusia. Este mismo domingo, de madrugada, en una comparecencia inusual, el mandatario ruso Vladímir Putin, se comprometió a abrir un diálogo «directo» con Kiev el próximo 15 de mayo en Estambul. Horas más tarde, ha sido Zelenski quien ha respondido a la oferta: acepta la negociación siempre que Putin decrete este lunes el alto el fuego.

Las diferencias continúan, por lo tanto, bien vigentes. El jefe del Kremlin se mostró dispuesto en su rueda de prensa a la posibilidad de una tregua, «pero, por supuesto, tras analizar lo que ocurrirá en los próximos días» y «en función de cómo reaccionará el régimen de Kiev a nuestra propuesta».

El mandatario ucraniano, por su parte, ha considerado como una «señal positiva» que «los rusos hayan comenzado por fin a plantearse terminar con la guerra», aunque ha objetado que «el primer paso para acabar con cualquier guerra es un alto el fuego». Zelenski ha insistido así en que su rival decrete una tregua con carácter «completo, duradero y fiable» desde este lunes. En caso contrario, queda en el aire si Ucrania acudirá a la reunión en Estambul.

Del cuarteto de países europeos que integran la denominada 'coalición de voluntarios', Francia es la primera que ha reaccionado al ofrecimiento de diálogo ruso. Su presidente, Emmanuel Macron, considera que es «insuficiente» y que los europeos deben mantenerse «firmes» y obligar a Moscú a ordenar la tregua inmediata y de forma «incondicional. Luego podemos discutir el resto». El mandatario galo ha expresado en 'Le Monde' su convencimiento de que Putin simplemente ha reaccionado a las advertencias. «Busca una salida, pero aún desea ganar tiempo». «Esto es inaceptable para los ucranianos, ya que no pueden aceptar conversaciones paralelas mientras siguen siendo bombardeados», remacha.

Macron , que se encuentra en Polonia de regreso a París después de haber arropado con sus colegas europeos a Zelenski en Kiev, precisa que esta postura de firmeza debe mantenerse «junto con los estadounidenses».

Sin embargo, todavía es una incógnita que Donald Trump mantenga el apoyo al ultimátum europeo para que Rusia comience la tregua este lunes o en cambio instará a las partes a sentarse a negociar sin mayores preámbulos. Esta madrugada pasada su mensaje ha sido claro. Opina que el mundo está ante una «gran semana» y que el 15 de mayo, jueves, será «potencialmente un gran día» para que «la masacre llegue a su fin».

El presidente estadounidense ha aplaudido que Rusia esté dispuesta a unas negociaciones «directas» con Ucrania. «Piensen en los cientos de miles de vidas que se salvarán cuando, con suerte, esta interminable masacre llegue a su fin», ha destacado en un tuit en su red social.

Trump ha dejado traslucir desde hace dos semanas su impaciencia creciente por la resistencia de Putin a dar pasos en favor de una negociación, pero también ha mostrado su enfado cada vez que Zelenski ha «perjudicado» la posibilidad de avanzar en ese camino, como recientemente le transmitió al líder ucraniano.

Ahora, la cuestión se ha vuelto delicada para todos. Lo que parece seguro es que este domingo será intenso en comunicaciones entre los jefes de Gobierno del Reino Unido, Alemania y Polonia –Keir Starmer, Friedich Merz y Donald Tusk, respectivamente– con su homólogo Emmanuel Macron y, previsiblemente, Donald Trump para determinar si continúa firme la exigencia a Putin de decretar un alto el fuego este lunes a cambio de ahorrase nuevas sanciones intenacionales. Del primer mensaje del inquilino de la Casa Blanca se desprende, según las primeras interpretaciones, que no parece dispuesto a poner en riesgo unas negociaciones que el propio Putin ha ofrecido por primera vez «sin condiciones» para buscar una «paz duradera».

Conversaciones en Estambul

Putin ha emplazado a Ucrania a entablar conversaciones «directas» y «sin condiciones» el próximo jueves, 15 de mayo, en Estambul (Turquía). Así lo anunció en una rueda de prensa celebrada a la 1.40 de este domingo, una hora totalmente inusual en la sala de prensa del Kremlin. El presidente subrayó que quiere abordar con Kiev las «raíces del conflicto» ucraniano e invitó a la Administración estadounidense y a los gobiernos de China y Brasil, entre otros, a «emprender esfuerzos en este sentido». «Proponemos renovar los diálogos que fueron suspendidos en 2022, diálogo directo, sin condiciones previas», manifestó. El mandatario anunció que hoy, domingo, se pondrá en contacto con el presidente turco, Recep Tayyib Erdogan, para pedirle que Estambul acoja las conversaciones.

El salto cualitativo que supone este ofrecimiento es más que notable si los acontecimientos a partir de ahora respetan el espíritu de la letra. O de la palabra. El hecho de que Moscú y Kiev se sienten en una misma mesa –y no recurran a la fórmula de usar dos salas contiguas y comunicarse mediante intermediarios como ha sido hasta ahora– ya representa un avance sustancial, muy del gusto de la Casa Blanca, cuyo principal inquilino, Donald Trump, espetó este viernes a los dos presidentes enemistados que «detengan esta estúpida guerra». La idea de volver a la situación de 2022 como punto de partida también puede abrir interesantes expectativas sobre qué cesiones territoriales estarían realmente en juego.

Putin remarcó que la finalidad de este proceso es el fin del conflicto y recuperar una «paz duradera». No quiso afirmar ni desmentir si contempla una tregua próxima, pero sí admitió que «podemos acordar algunas condiciones nuevas acerca del alto el fuego que sea respetado no solo por Rusia sino por Ucrania», precisó. Eso sí, previamente acusó a Kiev de haber violado reiteradamente la tregua energética declarada en abril y la siguiente, decretada unilateralmente por Putin y que estuvo en vigor desde el jueves hasta ayer con motivo de las celebraciones del Día de la Victoria.

En este caso, el presidente denunció que las tropas ucranianas habian sufrido este fin de semana «graves pérdidas» en 39 asaltos que, según él, buscaban «intimidar» a sus invitados a la efeméride con la que Rusia recordó la derrota de los nazis hace 80 años durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, Putin también comentó que en estas celebraciones tuvo tiempo de reflexionar con ellos –una treintena de jefes de Estado y de Gobierno entre quienes destacaban Xi Jinping, Lula da Silva, Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro– sobre el conflicto ucraniano y tomar decisiones.

El sorprendente anuncio de estas conversaciones traslada ahora el peso de las siguientes medidas en manos del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, así como de los líderes de Europa y el inquilino de la Casa Blanca. Putin es amigo de cambiar el curso de los acontecimientos. Lanzó su propuesta y nada dijo del ultimátum que apenas unas horas antes, este sábado, le dirigieron varios líderes europeos con el aval de Trump y de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, para que aceptase un alto el fuego de 30 días de manera inmediata bajo la amenaza de imponer sanciones «masivas» sobre la economía rusa a partir del lunes en caso de que lo rechazara. Cabe pensar que será necesario repensar la advertencia a la luz de la posible reunion del jueves.

La idea de este alto el fuego partió de Zelenski, quien la semana pasada ofreció suspender los enfrentamientos de manera «incondicional» por «tierra, mar y aire» durante un mes como paso previo a la apertura de un diálogo sobre la paz en su país.

La oferta recibió este sábado el respaldo de los cuatro líderes de Alemania, el Reino Unido, Francia, Polonia –los componentes de la llamada 'coalición de voluntarios' que prevé enviar una misión de paz a Kiev cuando termine la guerra–, que viajaron a Ucrania para arropar a su presidente. Los cinco dirigentes firmaron una declaración conjunta en Kiev, en la que advirtieron a Putin que se enfrentaría desde este lunes a nuevas y «masivas» sanciones internacionales si rechazaba la tregua.

El canciller alemán, Friedrich Merz, debutó de la manera más directa en su papel de colíder europeo de la paz en Ucrania. Lo hizo en la propia capital del infierno bélico, a donde viajó en compañía del primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Una vez en ruta, se unieron al jefe del Ejecutivo polaco, Donald Tusk, y todos hicieron la ruta nocturna en tren hasta Kiev. El cuarteto se reunió con Zelenski, quien les había invitado a celebrar una minicumbre justo un día después del Desfile de la Victoria en Moscú. La ocasión tenía un fin: poner a Rusia en la tesitura de acallar las armas justo al acabar la tregua de tres días decretada unilateralmente por Putin.

Homenaje a los caídos

Moscú ha hecho oídos sordos hasta ahora a un alto el fuego porque, según su Gobierno, la negociación está cargada de «matices». Zelenski advirtió al Kremlin que ya no hay tiempo para ese tipo de dilaciones. y la respuesta del presidente ruso esta madrugada ha sido que «en el futuro no excluimos los terminos de este alto el fuego».

Macron, Merz, Starmer, Tusk y Zelenski llamaron al inquilino de la Casa Blanca antes de enviar su ultimátum a Rusia. La conversación telefónica resultó «fructífera». El primer ministro británico comentó que la posible aplicación de nuevos castigos a Rusia había sido coordinada con la Casa Blanca. Por su parte, Keith Kellogg, el enviado especial de EE UU a Ucrania, puso en valor la trascendencia de las decisiones que se tomen en las próximas horas porque un alto el fuego integral iniciaría «el proceso para poner fin a la guerra más grande y más larga en Europa desde la Segunda Guerra Mundial».

En su visita a la exrepública, los tres mandatarios de la Unión Europea y el Reino Unido rindieron homenaje a los caídos en los tres años largos de invasión. El francés Macron apostó por ir pensando en desplegar una fuerza de paz preventivamente lejos de los campos de batalla.

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