En declaraciones a SUR, el Ministerio de Cultura ha «confirmado la recepción de la carta» del alcalde y en su breve y concisa respuesta reafirman su negativa a participar en la construcción del Auditorio en el puerto de Málaga: «Sobre esto ya hemos expresado nuestra posición». Desde el departamento estatal se remiten así a la refutación al palacio de la música adelantada por SUR el pasado diciembre y a las palabras del propio ministro Urtasun que, en su visita a Málaga el pasado 14 de marzo para conocer las obras de rehabilitación de San Agustín, dejó claro que su «prioridad» era la Biblioteca Pública del Estado y no el Auditorio. «Nuestros esfuerzos financieros y de personal en estos momentos están volcados en terminar esta infraestructura cultural», dijo en el antiguo convento, en el que su departamento está invirtiendo 18 millones de euros en su adaptación como BPE.

Con el objetivo de recabar algún apoyo en el Gobierno español, Paco de la Torre no solo envió su carta para tender puentes con el proyecto del Auditorio al Ministerio de Cultura -controlado por el ala de Sumar dentro de la coalición del Gobierno de Pedro Sánchez-, sino también al Ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y a la vicepresidenta, responsable de Hacienda y líder del PSOE andaluz, María Jesús Montero. Al no obtener respuesta de ninguno de los aludidos, el alcalde hizo pública este martes -más de dos meses después- su misiva con la esperanza de «una respuesta positiva», pero el Ejecutivo central se ha vuelto a desmarcar de esta iniciativa que acumula décadas de retraso.

Los números no salen

Con este nuevo portazo al gran proyecto cultural pendiente en Málaga -es la única gran capital española que carece de un auditorio de la música y ópera-, el ambicioso edificio que se prevé construir en la plataforma de San Andrés del Puerto de Málaga vuelve a encallar al frustrarse los números de su financiación ya que, según el reparto de las partidas de las administraciones, al Ministerio de Cultura le corresponden 45 millones de euros, cerca de una cuarta parte de su presupuesto de construcción. No obstante, el departamento que dirige Ernest Urtasun nunca llegó a validar el montante total de su aportación y, de hecho, mostró su malestar cuando el alcalde de Málaga anunció el pasado año las cifras de la financiación pública del proyecto.

Por contra, el resto de administraciones -todas bajo las siglas del PP- sí que han aceptado las cuentas del Auditorio e incluso han apoyado su tramitación al presupuestar para este mismo 2025 las anualidades de sus aportaciones, caso de la Junta de Andalucía, a la que le corresponden un total de 25 millones de euros; el Ayuntamiento, 20 millones, y la Diputación, 10 millones. En total, el sector público aportaría 100 millones, de los que están en el aire los 45 millones del Ministerio de Cultura, mientras que los otros 109,1 millones correrán por cuenta de patrocinadores y compañías privadas. Un montante de más de la mitad de la financiación que tampoco se ha concretado todavía.

El proyecto del Auditorio de Málaga, que es el mismo que el Ministerio de Cultura aprobó en 2008, fue actualizado en 2024 por sus arquitectos, Agustín Benedicto y Federico Soriano, que fijaron su importe en 209,1 millones de euros, casi el doble de los 115 millones presupuestados hace más de una década y media. El singular edificio contará con una sala principal con capacidad para 1.700 butacas, lo que supone unas 700 más que el aforo del Teatro Cervantes, el mayor de la capital en este momento desde el punto de vista escénico. No obstante, esta eterna cuenta pendiente de Málaga en materia cultural peligra una vez más ante la negativa del Gobierno central a participar en su construcción.