El Gobierno guardó un notable mutismo sobre el siniestro, que sucedió a primeras horas de la tarde y fue visible a varios kilómetros a la redonda en el distrito de Kirzhachsky. Al cierre de esta edición todavía no se había informado de la existencia de víctimas. Algunos testigos destacaron la magnitud del desastre. La primera deflagración fue «muy poderosa» y generó una enorme bola de fuego y humo. Expertos en armamento militar precisaron que la detonación, a gran escala y que causó una potente sacudida, hace pensar en una explosión de misiles de combustible sólido, como los antiaéreos y balísticos.

Al menos durante la siguiente media hora pudieron escucharse otras explosiones procedentes del estallido de municiones. «Hay importantes reservas de proyectiles de artillería y misiles de varios tipos, incluidos Iskander, Tochka-U y Kinzhal», informó un experto del Gobierno ucraniano en Telegram. Como muestra, el complejo ocupa 3,5 kilómetros cuadrados y consta de 75 zonas de almacenamiento de munición y material militar.

De inmediato, todos los habitantes de Bársovo y Mirnoe, las dos localidades más próximas y sobre las que cayó una densa nube de humo negro, fueron evacuados a una aldea distante decenas de kilómetros, Krasny Oktiabr, y alojados en sus escuelas. Los equipos de emergencia no descartaban que al menos otras cinco poblaciones debieran ser también desalojadas mientras el gobernador regional decretó el estado de emergencia. Algunos de los vídeos publicados en las redes sociales muestran el terror y la preocupación de los civiles en medio de una sucesión de explosiones.

La hipótesis manejada por el Kremlin es que la catástrofe obedeció a un incendio y la «infracción de los requisitos de seguridad para el almacenamiento de materiales explosivos». Es decir, un error humano. Este arsenal es uno de los seis principales que la Dirección General de Misiles y Artillería tiene ubicados en la vertiente europea de Rusia. No son unas instalaciones especializadas. De hecho, almacenan tanto proyectiles de artillería básicos como avanzados misiles balísticos tácticos. También tenía encomendada la labor de cuidar y mantener las municiones que no se enviaban al frente de Ucrania a corto plazo, lo que ofrece una idea de la ingente cantidad de armamento depositado.

Pese al convencimiento de un origen accidental, el Ministerio de Defensa ha abierto una investigación sobre la catástrofe. Algunos residentes de las localidades próximas dijeron haber observado hasta cuatro aviones no tripulados sobrevolando las inmediaciones del complejo militar. En 2024, Kiev propinó un gran golpe de efecto al bombardear con drones otro de los mayores arsenales de la Dirección General, al noroeste de Rusia, en la ciudad de Toporets. También quedaron inutilizados numerosos misiles Iskander y Tochka-U, además de bombas aéreas.

Sin embargo, y al contrario de las ocasiones en que sus ataques han golpeado en intereses rusos, Ucrania mantuvo este martes un perfil bajo. La mayoría de los medios apenas destacaron el siniestro y dieron preferencia a las manifestaciones de su presidente, Volodímir Zelenski, sobre la posibilidad de alcanzar un preacuerdo de alto el fuego este miércoles en la minicumbre de Londres.