The article centers on Antxon Alonso, a Basque businessman implicated in a corruption investigation involving former Spanish ministers José Luis Ábalos and Santos Cerdán. The investigation focuses on alleged kickbacks in public works contracts.
Alonso's ties to the Talde investment fund are highlighted. Between 2018-2019, Alonso worked for Talde, which was then chaired by José María Zalbidegoitia, a prominent former PNV (Basque Nationalist Party) leader.
Alonso, through his company Noran Cooperativa, received €12,100 from Talde for securing a €500,000 investment in 'Talde Crecimiento I'. This fund ultimately gathered €107 million for investing in Basque SMEs. The investigation scrutinizes Noran's financial transactions, including connections to other companies implicated in the scandal and transfers to Cerdán and García.
While employing commercial agents to raise funds is common practice for investment funds, Alonso's profile is considered atypical. The article questions his role compared to the usual banking and financial professionals who commonly undertake such tasks.
Talde's history is mentioned, highlighting its involvement in fostering growth for Basque SMEs since the 1970s with support from Basque savings banks. Kutxabank regained control of Talde in 2022.
The investigation centers on alleged corruption linked to public works contracts, with a focus on the financial transactions and business relationships of the involved parties. Alonso's involvement with Talde and his past connections are central to the investigation. This highlights the potential for conflicts of interest and the investigation's broader implications for the Basque political and business landscape.
La presencia del empresario vasco Antxon Alonso en la trama que investigan los tribunales y que tiene como imputados al exministro de Transportes y ex ... secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, a su sucesor en el partido, Santos Cerdán y al que fuera su asesor de confianza, Koldo García, mantiene sus resonancias en Euskadi.
Entre las diferentes actividades del empresario al que se acusa de compartir sociedades con Cerdán y Koldo para repartirse presuntas comisiones por adjudicaciones de obra pública, EL CORREO confirmó ayer una vinculación entre 2018 y 2019 con el fondo de capital riesgo Talde. Este grupo estaba entonces presidido con capacidades ejecutivas por José María Zalbidegoitia, un histórico dirigente del PNV que estuvo en el Euskadi Buru Batzar hasta 2011. Zalbidegoitia cumplió las funciones de tesorero jeltzale desde 1984 hasta ese año. Después asumió la dirección de Talde, que firmó en 2018 un contrato con Noran Cooperativa, administrada por Antxon Alonso, según confirmó ayer este periódico. El objeto del acuerdo era que el empresario hiciera las veces de comercial en la atracción de capital que Talde pudiera emplear en sus inversiones, lo que en el argot financiero se conoce como 'levantar' el fondo. Alonso estuvo vinculado hasta 2019, un periodo en el que cobró de Talde la cantidad de 12.100 euros tras haber logrado que una compañía de la localidad guipuzcoana de Elgoibar aportara 500.000 euros. Con esa cantidad se reforzó el fondo 'Talde Crecimiento I', que terminó por reunir 107 millones que se emplearon para invertir en diferentes pymes vascas.
Los ingresos obtenidos por Noran Cooperativa por esa comisión engordaron los saldos de sus cuentas en las que hay movimientos con otras empresas de la trama como Servinabar, así como transferencias a Koldo García y Santos Cerdán que son objeto de la investigación judicial.
La práctica de contratar estos comerciales es habitual en los fondos de inversión, así como el porcentaje de comisión abonado, entre el 1,8% y el 2%. Pero el perfil de Alonso para estas tareas es más extraño. Las sociedades de capital riesgo registran sus fondos ante el supervisor de los mercados, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMV). Es lo que hace Talde con todas sus herramientas, también con la que colaboró la empresa de Alonso. Una labor que continúa con la preparación de un folleto en el que se explica el objetivo de las inversiones del fondo, la cantidad que se espera conformar y cuántas participaciones se van a financiar. Después se presenta a inversores institucionales y se encarga a bancos de inversión la búsqueda del capital en agentes institucionales como fondos de pensiones o 'Family Office' para completar la financiación.
Así, son gestores habituales de la banca corporativa e institucional los que suelen desempeñar esta tarea de búsqueda de dinero para el fondo y no tanto pequeños empresarios ligados a la promoción, como es Antxon Alonso.
Talde inició su actividad en Euskadi en los años 70, cuando el capital riesgo apenas estaba regulado en España. Con el impulso de varios empresarios y el apoyo de las antiguas cajas de ahorro vascas desarrolló esta fórmula de inversión que permite crecer a empresas nuevas que no encuentran financiación tradicional en los bancos a cambio de elevadas rentabilidades. Gracias a su impulso, han crecido firmas históricas del empresariado vasco como el caso de Teknia en la automoción o de Neinor, que aspira con la compra de Aedas a ser la primera promotora de España con reservas de suelo para más de 40.000 viviendas.
Las antiguas cajas de ahorro vascas habían mantenido una posición de control que cedieron en 2011. Hasta el año pasado Kutxabank no recuperó el control con la compra del 70% de Talde. José María Zalbidegoitia, ya sin poderes ejecutivos, ejerce una presidencia honorífica de la entidad.
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