Universidad Católica's loss to their rivals, Universidad de Chile, in the Clásico Universitario has sparked intense scrutiny of coach Tiago Nunes and his team's performance. The article analyzes the game's key moments, including a late-game error leading to the decisive goal and a lack of offensive threat from Católica.
Nunes's tactical approach is questioned, particularly his defensive strategy which prioritized containing Universidad de Chile over generating offensive opportunities. This conservative approach, while initially aiming for a draw, ultimately resulted in a painful defeat. The article points out the absence of shots on goal for Católica, contrasting with Universidad de Chile's three attempts. The team's low possession rate in the second half further supports the claims of a defensive-minded approach.
The lack of attacking creativity is identified as a crucial weakness, attributed to both strategic decisions and the team's composition. The absence of key players who contributed to the team's offensive strength last year is highlighted. The limited squad depth and questionable signings are also pointed out as contributing factors to the team's shortcomings.
Key weaknesses mentioned include:
The article concludes by noting that despite the defeat, Universidad Católica remains in contention for the league title, providing a glimmer of hope amidst the current difficulties.
¿Habrá sido un espejismo el 6-0 sobre Everton? ¿Cuál es la verdadera Universidad Católica? Lo concreto es que el Clásico Universitario 200 quedó marcado por la frustración en las huestes cruzadas, por la derrota postrera ante su más enconado rival, en el minuto 90′+7, con el gol de Rodrigo Contreras, provocado tras un grosero error de Tomás Asta-buruaga. El exzaguero de Unión Española y Antofagasta jugó el segundo tiempo, reemplazando a Gary Medel, y quedó señalado por su yerro.
La constante de la UC en los últimos años ha sido una irregularidad que no logra enderezarse. El sábado, en el Estadio Nacional, contó con una oportunidad única para dar un golpe en la mesa y dejar de manifiesto que puede pelear por el título, algo mínimo para un equipo grande como Católica. Sin embargo, las sensaciones fueron más bien amargas. Apostando al pragmatismo, vio el empate con un buen resultado. Pero terminó masticando una derrota que duele en la precordillera. Sobre todo por cómo se produjo.
Nuevamente, Tiago Nunes queda en el paredón. Toda la temporada ha sido así para el técnico brasileño, ya sea porque el juego que pregona no convence a los hinchas y porque tuvo sonoros fracasos apenas comenzado el año: las eliminaciones de la Copa Sudamericana y de la Copa Chile. Vuelven los fantasmas a San Carlos de Apoquindo, aunque la tabla muestre que la UC está a dos puntos de los líderes y con un partido menos (ante Colo Colo).
Luego del clásico, Tiago Nunes se inmoló. Asumió la responsabilidad de lo que sucedió con su equipo, escudando a sus jugadores, y se mostró conforme con lo realizado. “Estoy satisfecho con el rendimiento de mi equipo por el contexto y con quien nos tocó jugar. Nos enfrentamos al equipo líder en su grupo de la Copa Libertadores, la mejor versión de la U de los últimos dos o tres años. Que propone, pero no logró generar nada”, declaró.
¿Los franjeados renunciaron a atacar contra la U? El dato duro indica que la UC no registró tiros a portería, contra tres de los azules, en el contexto de un encuentro más luchado que bien jugado. Además, los cruzados tuvieron el 37% de posesión de balón (33% en el segundo tiempo, donde se notó más el afán defensivo).
La movida del entrenador fue jugar a lo ancho, con Clemente Montes y Cristián Cuevas bien abiertos por las bandas. En el 4-1-4-1, ambos jugadores tenían obligaciones defensivas, para apoyar el trabajo de Ampuero y Mena, los laterales. Ese desgaste hizo que la UC careciera de energía de mitad hacia arriba, sobre todo en el complemento, donde se notaron los ripios. Es cierto que el equipo de Gustavo Álvarez no tuvo su jornada más brillante, sin embargo exhibió mayores ganas de ganar. Católica se cansó en la segunda parte y exageró en hacer pasar el tiempo. Como que el empate no era tan malo.
El año pasado, en el partido que ganaron los franjeados con el golazo de chilena de Zampedri, Nunes también planteó un duelo estratégico y de overol, pero contaba con elementos como Gonzalo Tapia y Alexander Aravena, que le daban otro peso en la ofensiva. Además el rival tampoco contaba con el equipo de hoy, en particular con el plus que le da Charles Aránguiz. Teniendo al pentagoleador del fútbol local como Fernando Zampedri, no asistirlo con recurrencia es un pecado. El Toro, quien debe ir a la refriega constantemente, tuvo una actuación opaca en el clásico.
Otro aspecto que no pasa desapercibido en la UC es la escasez de variantes. En relación con Colo Colo y la U, los cruzados no cuentan con una plantilla tan nutrida y que así genere competencia interna, lo que siempre viene bien para los entrenadores. Era cosa de comparar las bancas en el clásico. Tanto Rodrigo Contreras como Leandro Fernández salieron desde el banquillo. Ese “poco plantel” va de la mano con los cuestionamientos hacia los refuerzos. Jader Gentil es titular, aunque no logre convencer. Hoy por hoy, es el único mediocampista con características de enlace que tiene Nunes. ¿Qué pasó con Leenhan Romero? Mientras Diego Valencia aún no muestra lo mejor de su repertorio, Dylan Escobar ni siquiera es citado, igual que Guillermo Soto. Gary Medel tuvo 45′ correctos, pero salió en el descanso.
La ventaja para Universidad Católica es que la tabla está apretada y está en el pelotón de vanguardia. Mientras tanto, anhela que el tiempo pase rápido y jugar en el Claro Arena.
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