Antes de eso, hizo esperar a los feligreses. Eran más de las siete de la tarde, hora prevista para la presentación de su libro Enemigos Íntimos (Editorial Navona, 2025), y todavía no había aparecido por la Garibaldi. 

El espacio, claramente se le quedaba pequeño. Pero la taberna es de su propiedad, el vermú cuesta tres euros y el político había acusado al alcalde, "Almeida el facha", de no permitirle presentar el acto en un espacio cultural de Vallecas. 

Esto es, más cerveza y más vermús para el personal. Economía circular. 

Entonces, como la novia ante el altar, llegó Pablo Iglesias con varios minutos de retraso. Afuera le esperaban los periodistas, con un agitador de la extrema derecha infiltrado, que fue quien le hizo la primera pregunta. 

"Creo que los fascistas como tú sobráis aquí, que eres un provocador y que gente como tú es basura", le dijo Iglesias al susodicho. Cogió su micro, lo lanzó hacia un coche y la multitud lo celebró. 

"Madrid será la tumba del fascismo", se escuchaba. La señora que lo esperaba desde hacía tres horas ya había entrado y, aunque el local estuviera a tope, ya podía empezar el acto.

Derechización de los medios

A lo que había venido, en realidad, Iglesias era a hablar de su libro. Un ensayo lanzado por una editorial independiente en el que desgrana cómo la sociedad se ha ido derechizando. Y, sobre todo, quién ha empujado a ello. 

Con "nombres y apellidos", como les gusta a los predicadores de la verdad. De los políticos a los medios, de los jueces a los comisarios, de los oligarcas al mundo de la cultura. 

El común denominador de todos ellos es a), operar bajo las lógicas del capitalismo; y b), contribuir a una "derechización social", incluso desde posiciones de izquierdas. 

Y como para el fundador de Podemos, política y medios de comunicación forman parte de una misma cosa, que es el poder, los primeros protagonistas de sus vendettas son los periodistas. 

Pablo Iglesias durante la presentación de su libro, subido a un escenario de su local. I.M.

"Se me ha escuchado decir muchas cosas sobre Antonio García Ferreras [La Sexta] y poco sobre Nacho Escolar [ElDiario.es]. Probablemente Escolar sea el periodista más brillante de este país, es quien mejor sabe entender los estados de ánimo de la izquierda. Pero en los últimos años ha transitado hacia un proceso de derechización para que la gente termine votando al PSOE o a los aliados del PSOE", explicó. 

Y así encajaba en la ecuación, sin citarlos, a Sumar. 

El problema de las estrecheces de este espacio ideológico, donde Podemos no quiere volver a compartir habitación con el partido de Yolanda Díaz, es que sólo ellos pueden representar a la verdadera izquierda.

"Nosotros queremos que haya guardias civiles de izquierdas, militares de izquierdas, bares de izquierdas... Aspiramos a cambiar las reglas del capitalismo", se explayó.

Un templo para renacer

Porque todo en Pablo Iglesias es teoría y acción política. El lugar del que nunca ha salido, por mucho que abandonara los cargos, y desde el que ahora disfruta más intentando "moldear la opinión de la gente". 

"La derecha ha entendido siempre mejor la lucha por el poder que la izquierda. Ellos han tenido claro que esto significa conquistar todos los espacios", exclamaba ante el público. 

Y ahí apeló al colectivo, al partido, a la lucha, al cine de Novecento, a la batalla cultural, a los medios -su medio-, y a los bares como último reducto de militancia. 

"A veces los ateos cometemos el error de despreciar los rituales de los cristianos, que llevan a la iglesia a sus hijos, escuchan un discurso ideológico de un cura y conviven en comunidad. Nosotros tenemos que hacer lo mismo que nuestros adversarios han sabido hacer. Por eso abrimos una taberna como ésta, para que la gente pueda venir y sentirse tranquila en un espacio de izquierdas". 

Pablo Iglesias firma ejemplares de su libro este martes en la taberna Garibaldi. I.M.

La Garibaldi ya había hecho una buena caja, pero Pablo Iglesias pidió además lanzar un crowfounding para financiarla. En un mundo feliz, éste sería su nuevo templo, el lugar desde el que renacer, mientras su tele sigue siendo la mejor plataforma para predicar. 

"La intención de Canal Red es cargar a la gente de elementos ideológicos para que luego argumenten en la cena de Navidad o en el parque con sus amigos", proclamó. "Ese es mi trabajo de este tiempo: construir espacios de socialización política".

Bajó del escenario y se puso a firmar libros, a 19 euros el ejemplar. La cola ahora se extendía varios metros afuera del estrecho local. Los espacios para la izquierda serán reducidos, pero siempre hay quien está dispuesto a venir a escuchar misa.