El abanico de temáticas que abarcan los influencers en las redes sociales en pleno 2025 es muy amplio. Para quienes aman el deporte existen perfiles como el de Sergio Turull o el de Ari Geli; para los aficionados a los viajes el de Enrique Alex o el de Mariel de Viaje; y, por supuesto, también hay perfiles de influencers que se dedican a compartir aspectos de su vida privada, que en muchas ocasiones tienen que ver con sus relaciones amorosas, como Lola Lolita, Marina Rivers o Carolina Moura.

El nombre de Carolina Moura, una creadora de contenido española que tiene 336.000 seguidores en Instagram y 1,8 millones en TikTok, ha resonado con fuerza en los últimos días, desde que el pasado 14 de abril subiera un vídeo a su perfil de TikTok, asegurando que no volverá a salir con un chico español. "Yo no sé si puedo volver a salir con un español. Seguramente pueda ser 'funada' por lo que os voy a decir, pero a mí me da exactamente igual", empieza diciendo la influencer en un vídeo que han visto ya más de dos millones y medio de personas.

"La personalidad del hombre español es un poco más dejada, no se esfuerzan lo que habría que esforzarse, no son muy caballerosos... Y yo no soy de esas mujeres que opina que un hombre me tiene que pagar mis cosas, yo me pago mis propias cosas, siempre he sido así y creo que siempre será así, pero el acto de conquista en España no existe. ¿A cuántas de nosotras nos han contestado los stories (de Instagram) los hombres con un fueguito creyendo que eso es suficiente?", continúa diciendo Carolina.

@carolynnna Y ahora vendrán los amargados a decir " yo no quiero salir contigo" JAJAJAJAJA PORFAVOR, a ver si aprendemos a conquistar, a respetar y a ser más caballeros &lt3 ♬ sonido original - carolinamoura

Ella ha conocido a un chico de Vermont (Estados Unidos) y asegura que allí los hombres son mucho más caballerosos que en España: "He visto cómo los hombres te abren la puerta del coche. A mí este chico siempre me abre la silla de la mesa, espera que me siente y luego se sienta. Él siempre está pendiente de si tengo agua o no en el vaso". Uno de los términos que ella ha introducido en su vídeo es el de "caballerosidad", una cualidad que echa en falta en los hombres españoles.

Las palabras de Carolina sobre la caballerosidad han generado una oleada de reacciones por parte de otros creadores que no han dudado en responderle. Una de las primeras fue Laura Rouder (536.000 seguidores en TikTok), que apoyó las palabras de Carolina, compartiendo también su propia experiencia con hombres extranjeros. A ambas, ha querido responder Alex Chiner (80.000 seguidores en TikTok): "A mí ese vídeo me pareció una mierda porque al final lo que estás haciendo es autopercibirte como un premio, como algo que el hombre tiene que conseguir y tiene que luchar para conseguir".

Como Chiner, muchos otros influencers han criticado las palabras de Carolina, mientras otros la han apoyado; surgiendo, entonces, un intenso debate en redes sociales: ¿Se ha perdido la caballerosidad en España y debería volver?

¿Protocolo o machismo?

El vídeo lo ha grabado una mujer (Carolina) agradeciendo la caballerosidad de los hombres fuera de España. Gestos protocolarios asociados a la caballerosidad, como abrir la puerta del coche o empujar una silla, pueden ser machistas o no. La clave está, según Diana Rubio, Doctora en Comunicación y autora del libro Protocolo para Millennials, en la bidireccionalidad: "El feminismo no rechaza los gestos de cortesía, sino la desigualdad estructural. Lo importante es que esos gestos no sean obligatorios ni esperados solo en un sentido. Si un hombre quiere invitar porque le nace, y la otra persona lo recibe con agrado, no hay problema. Lo mismo con abrir una puerta o ceder el abrigo. La clave es que esos gestos sean opcionales, recíprocos y no perpetúen la idea de que uno 'debe' cuidar y el otro 'ser cuidado'".

Isa Duque, psicoterapeuta y autora de Acercarse a la Generación Z, considera que este vídeo viral habla de los cuidados, aunque no de manera bidireccional, lo que puede ser peligroso: "Las nuevas generaciones sí que piden lo que ahora llamamos responsabilidad afectiva, que serían cuidados bidireccionales. En estos cuidados bidireccionales hay un gran avance en cuanto a los roles sexistas". Sin embargo, en el vídeo se asocia la caballerosidad a los cuidados, surgiendo de esta manera lo que se denomina sexismo benevolente: "Cuesta un poco más detectarlo y dentro de eso estaría el paternalismo protector".

"Detrás de un hombre que actúa así con las mujeres, lo que hay al final es un pensamiento que sigue siendo sexista"

En su libro, Duque explica que el paternalismo protector "hace referencia a la asunción de que las mujeres son más frágiles y necesitan una presencia masculina que les propicie protección y de la cual dependan". Y asegura que "detrás de un hombre que actúa así con las mujeres (les abre la puerta del coche, paga la cuenta o separa la silla de la mesa), lo que hay al final es un pensamiento que sigue siendo sexista. Sexista más benevolente, pero sexista".

Que tu pareja te abra la puerta del coche, según Diana Rubio, si es un gesto "espontáneo, no forzado y se aplica indistintamente (abrir la puerta también a un amigo o a una mujer mayor, por ejemplo), se interpreta como educación. Si se hace solo 'porque ella es mujer', puede sonar a paternalismo". Ella, que es experta en protocolo, manifiesta que a día de hoy la cortesía se entiende como mutua, no unidireccional.

@flacabangbangdj Esto y el video que vi de una diciendo "que vuelva la mili". Me desmayo del disgusto...... Qué os pasa?????? #carolinamoura #caballerosidad #feminismo ♬ sonido original - flacabangbang

Es más, la cortesía deja de ser cortés cuando presupone superioridad. Explica Rubio: "La cortesía es abrir la puerta porque te nace, no porque crees que la otra persona no puede hacerlo y el paternalismo lleva implícita una jerarquía: 'yo sé lo que es mejor para ti', aunque no se haya pedido. Desde el punto de vista del protocolo moderno, la cortesía auténtica es horizontal, libre y empática. No se impone, se ofrece. En cambio, el paternalismo tiende a imponer lo que uno considera correcto sin preguntar".

Protocolo y cortesía han cambiado con la Gen Z

La generación Z es muy distinta de las generaciones anteriores en muchos aspectos. Estas diferencias son visibles también en lo que tiene que ver con la cortesía y el protocolo. "El protocolo de generaciones anteriores era más visible, formal y muchas veces rígido. El de hoy es más emocional y adaptativo, se basa en leer al otro, en la sensibilidad al consentimiento, en la escucha activa, en saber cuándo parar o avanzar", explica Diana Rubio, que insiste en que "la nueva etiqueta es más psicológica que social".

Ya no hay un decálogo rígido como los libros de los años 50 que hablaban sobre estas cuestiones de manera abierta y según el contexto de aquella época; sin embargo, declara la experta que sí existen ciertas expectativas universales en las citas "en clave de respeto como la puntualidad que siempre es valorada, ya que llegar tarde sin avisar denota desinterés o desorganización. Tener tema de conversación, donde se espera que haya cierto equilibrio. Ni interrogatorio, ni monólogo. Escuchar activamente, hacer preguntas abiertas y evitar temas conflictivos (política, exparejas, dinero) al principio. Y algo indispensable, los gestos de atención: preguntar si quiere compartir postre, ofrecerse a pagar (aunque cada vez más se opta por dividir), mostrar interés sincero sin forzar".

"En EEUU y Canadá, se considera normal hablar abiertamente sobre la naturaleza de la relación desde el principio"

Esta evolución del protocolo se debe, en parte, al cambio de mentalidad generacional. No obstante, hay que tener en cuenta que este cambia mucho de unos países a otros. Es por eso que Carolina Moura ha encontrado tan diferentes a los chicos fuera de España: "En EEUU y Canadá, el protocolo del dating está mucho más sistematizado. Se considera normal hablar abiertamente sobre la naturaleza de la relación desde el principio: si es casual, si buscan una relación seria, etc. El concepto de 'first date' incluye ciertas expectativas: ambiente neutro (como un café), dividir la cuenta, y terminar la cita con un gesto claro (un abrazo, un beso, o incluso un 'let’s do this again'). Todo tiende a ser más verbalizado y menos ambiguo".

@_riverss_ La caballerosidad ha muerto??? ♬ sonido original - Riverss🦋

En España, estas primeras citas son muy distintas: "El proceso es más ambiguo y fluido. Se parte del coqueteo cotidiano, que puede surgir en el entorno social, laboral o incluso en la calle. Aquí, la conversación es más espontánea, el contacto visual más intenso, y se da una fuerte importancia a la química que se va generando en el momento. No existe tanto la 'etiqueta del encuentro' como una estructura rígida, sino como una serie de gestos leídos emocionalmente".

Diana Rubio responde a Carolina Moura, a sus palabras en el vídeo viral, y es muy clara: "Lo que hace falta no es volver al galanteo tradicional, sino construir uno nuevo más consciente, emocionalmente maduro y bidireccional".