La familia de Ángel Ariel López Mejía (de 16 años) pide justicia y una verdadera investigación, ya que, según indica, el adolescente murió luego de que un elemento policial le dispara el sábado en San Marcos, Ocotepeque.

Ángel murió el mismo sábado en el hospital Mario Rivas de San Pedro Sula, luego de que fuera trasladado desde San Marcos para recibir asistencia médica. Su muerte la reportaron en horas de la madrugada del domingo.

Los parientes del menor informaron que este regresaba de comprar comida con otro joven en una motocicleta cuando al llegar a la salida hacia Sabana Larga encontraron un operario. Al no portar documentación de la moto ni un permiso de conducir, los dos trataron de esquivar el retén y fue en ese momento que los elementos policiales dispararon y una de las balas impactó en la cabeza del menor que viajaba como pasajero, señalaron los parientes.

Miguel Ángel Villatoro, jefe policial de Ocotepeque, dio a conocer que en efecto hay responsabilidad de un agente policial, quien ya fue puesto a la orden de la Fiscalía para deducirle responsabilidad.

Dijo que la intención no fue atentar contra el joven, ya que el elemento policial hizo el disparo hacia el suelo como señal de advertencia, pues los jóvenes aceleraron la motocicleta cuando los agentes les hicieron la parada; pero que lastimosamente la bala pegó en el joven.

“Ya dio inicio la investigación y el agente ya fue puesto a la orden de la Fiscalía. Ya se le practicó la autopsia al joven y esta determinará la trayectoria de la bala, y por ende responsabilidades”, aseguró.

El hecho ha causado consternación entre los conocidos de los jóvenes, quienes piden a las autoridades respuestas. Alegan que el hecho de que los jóvenes no se detuvieran ante la advertencia de los policías no justifica que les hayan disparado.