Quedaba un escollo y ha quedado salvado. El proyecto de acoger la Ryder Cup en tierras catalanas en el año 2031 es prácticamente una realidad después de que la financiación del torneo de golf haya quedado resuelta. Así lo han confirmado a EL PERIÓDICO distintas fuentes empresariales, que apuntan que ya se ha atado la participación de los esperados patrocinadores privados.
El proyecto tenía un presupuesto aproximado de cerca de 140 millones de euros, 40 de los cuales debían correr a cargo de la Generalitat. Las voces consultadas por este diario mostraban su satisfacción tanto con el rol que jugarán el Gobierno catalán como el Ejecutivo central. La proporción en que cada administración y el sector privado harán la aportación económica que requiere el acontecimiento deportivo no se ha hecho pública.
La Ryder Cup es una de las competiciones más importantes del mundo. Se disputa cada dos años y se alterna la sede entre Estados Unidos y Europa; en la última edición, disputada en Roma en 2023, se produjo una afluencia de 270.000 espectadores. La Generalitat, sin embargo, encaró con prudencia el proyecto tras la experiencia de la Copa América disputada el pasado año en Barcelona.
Fuentes del ejecutivo catalán apuntaron que en su día se encontraron el proyecto encima de la mesa y que tuvieron que recopilar toda la información antes de reactivar el proyecto. Una prioridad clara fue, a diferencia de lo ocurrido con la Copa América de vela, que los agentes privados se implicaran económicamente en la celebración del evento deportivo con el fin de amortiguar, en caso de que se produjeran pérdidas, el impacto para las cuentas de las distintas administraciones.
Fuentes conocedoras del proyecto han explicado que el sector hotelero catalán ha sido uno de los más insistentes a la hora de reclamar que este proyecto llegara a buen fin.
Las fuentes consultadas señalan que esta concepción de presupuesto público-privado ha llegado a buen puerto. El impulso definitivo al proyecto ha procedido de la mano de Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball. Distintas voces destacan también el rol que ha tenido el empresario Emili Cuatrecasas, un gran aficionado al golf.
Consultado por este diario, el departament d’Esports afirmó que el proyecto va “por el buen camino”. Desde la Generalitat precisaban que la firma de un convenio definitivo no está cerrada y no se espera que eso ocurra de forma inminente.
Fuentes políticas añadían que el momento político actual es el idóneo, ya que los recientes episodios de lluvia han alejado el espectro de la sequía. El pasado año éste fue uno de los elementos que propició más rechazo hacia la celebración de la competición deportiva en Catalunya. La emergencia fue revocada el pasado mes de marzo y actualmente las cuencas del sistema central catalán superan el 75% de su capacidad, cuando en 2024 habían estado por debajo del 15%.
El proyecto se celebraría en el Camiral Golf and Wellness, antiguamente conocido como PGA Catalunya y propiedad del empresario irlandés Denis O’Brien. Este campo de golf se encuentra en la localidad gerundense de Caldes de Malavella. La organización del torneo ha optado por un recorrido que fusiona los dos campos actuales, el Stadium y el Tour. Faltaría construir una grada en el tee del 1 para unos 15.000 espectadores, aproximadamente.
Cuando la Generalitat estaba presidida por Pere Aragonès (Esquerra Republicana) el Govern se opuso públicamente a dar su apoyo –y por tanto su financiación– a la Ryder Cup. Una de las razones que esgrimió el ejecutivo catalán era su rechazo a la construcción de un tercer campo y al proyecto inmobiliario, que en aquel momento incluía la edificación de 185 viviendas de lujo.
El sector empresarial, especialmente el de la Costa Brava, respondió entonces organizando la campaña ‘Salvem la Ryder Cup 2031’, un manifiesto que lideró Foment del Treball y que situaba el impacto económico de la competición en cerca de 1.300 millones y casi 300.000 visitantes. Esta campaña contó también con el apoyo de la Cambra de Barcelona, Barcelona Turisme, el Consell de Cambres de Catalunya, el Col·legi d’Economistes o la Diputació de Girona, entre muchas otras entidades.
Este año, la Ryder Cup se disputará en septiembre en Nueva York. En 2027 le toca a Irlanda, y en 2029, de vuelta a EEUU, a Minessota. En 2031, a falta del anuncio oficial, será el turno de Caldes de Malavella.
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