El brutal ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 y la represalia de Israel, aĂşn más cruel y brutal, no es una anomalĂa en la dinámica entre Israel y Palestina sino la culminaciĂłn de una historia de violencia. Una vieja historia de violencia que ha desnudado al mundo entero y evidencia la complicidad de Estados Unidos, la inutilidad de Europa y la pasividad e indiferencia de los paĂses árabes. Hoy, a pesar del reconocimiento del Estado palestino por parte de paĂses como España, casi nadie cree ya en la soluciĂłn de los dos estados, que no fue posible ni en los tiempos en los que Israel y Palestina invertĂan más en diplomacia que en deseos mutuos de venganza.Â
Antes del ataque de Hamás, el más violento y cruel que ha protagonizado cualquier facciĂłn, combatiente o grupo terrorista de la Franja, la privaciĂłn de los derechos más básicos y el desplazamiento forzoso de palestinos era ya una constante de los gobiernos israelĂes. Es tentador cargar toda la culpa en Netanyahu, un gobernante criminal que usa el genocidio para mantenerse en el poder y evitar su parte de responsabilidad por el fallo de seguridad del 7 de octubre, pero el odio viene de lejos. Netanyahu y Hamás hacen que sea más fácil tomar posiciones para unos y para otros pero el dominio israelĂ de la zona siempre ha sido un objetivo y hay palestinos ya nacidos en tierra ocupada que creen en la inevitabilidad de la violencia, aunque sepan que serán los primeros en sufrirla porque Hamás ha demostrado que puede herir a Israel pero tambiĂ©n que no puede proteger a su pueblo.Â