Acompañado por sus padres y por sus hermanos, lo hemos visto en el balcón del Palacio de Buckingham durante la celebración de los actos conmemorativos del 80 aniversario de la victoria de los aliados sobre los nazis. Sin embargo, lo más significativo ha sido el papel que ha desempeñado, ya sin sus hermanos, en la fiesta de té organizada con un grupo de veteranos, un evento que ha presidido con sus padres.

George estuvo escuchando las historias de los veteranos de guerra y preguntando curioso sobre sus experiencias durante la segunda guerra mundial, todo bajo la atenta mirada de sus progenitores y con la guía siempre cariñosa de su madre, que le hizo sugerencias para que entablara conversación con los ancianos y le ayudó a estar tranquilo y a sentirse seguro.

Para la experta en la casa real británica, Jennie Bond, se trata de un movimiento más que pensado que muestra cómo Guillermo y Kate están «preparando» al príncipe George para su futuro. «Preparándole para la vida real», ha apuntado la excorresponsal de la BBC en 'The Mirror'.

«Creo que Kate Middleton y el príncipe Guillermo habían preparado a George para sentarse con algunos de los veteranos, y parecía genuinamente interesado y preocupado por escuchar sus historias de la guerra. Las conmemoraciones del Día de la Victoria en Europa pueden ser la única oportunidad que tendrá George de aproximarse a este pasaje de la historia y hablar con los hombres y mujeres que sirvieron al rey y al país durante la guerra», ha valorado la experta que también ha subrayado cómo el heredero priorizó al príncipe George, «permitiéndole sentarse con los exmilitares mientras él se quedaba atrás. Una forma inteligente y tranquilizadora de guiar a su hijo».

«Me encanta verlo en los partidos de fútbol, cuando puede relajarse. Pero en grandes eventos como este, parece que el príncipe George lo asimila todo y comprende que su vida estará marcada por acontecimientos nacionales en los que desempeñará un papel clave. Y estoy segura de que sus padres le han enseñado cómo comportarse y lo que todo esto significa», ha observado Bond.

Línea de sucesión

A sus 11 años, George ocupa el segundo puesto en la línea de sucesión detrás de su padre, el príncipe de Gales, y la delicada salud de su abuelo, el rey Carlos III, sumado a su tardía coronación, no hace prever un reinado tan dilatado como el de su predecesora, la reina Isabel II, que estuvo casi 71 años en el trono.

El mayor protagonismo del pequeño George ha coincidido con una semana cargada de actos institucionales para su madre, la princesa Kate que, tras anunciar la remisión del cáncer del que había sido diagnosticada, también puntualizó que su regreso a la vida pública sería paulatino y muy medido. Sin embargo, esta última semana ha sido más que trepidante para la princesa.

La hemos podido ver en los actos conmemorativos del Día de la Victoria, con su aparición en el balcón del Palacio de Buckingham y su participación en el servicio religioso en memoria de los caídos durante la Segunda Guerra Mundial en la Abadía de Westminster. También ha visitado una granja sostenible, subrayando su interés por las cuestiones medioambientales, una preocupación que comparte con su suegro, el rey Carlos III. Para terminar la semana, ha acudido a un evento del British Fashion Council en Londres, donde ha entregado el Premio Reina Isabel II de Diseño Británico.

Madre e hijo han vivido una semana especialmente atareada que parece marcar los primeros pasos de los que serán sus caminos a partir de ahora.